Rodolfo Bonetto nace en Milán en 1929, diseñador,
docente y uno de los mayores exponentes italianos en el campo del diseño
industrial.
De formación autodidacta, característica muy poco común en la escena italiana, pero dotado de un gran talento y gusto estético, abandonó la educación secundaria, y una exitosa carrera como batería de jazz para dedicarse a la profesión de diseñador.
De formación autodidacta, característica muy poco común en la escena italiana, pero dotado de un gran talento y gusto estético, abandonó la educación secundaria, y una exitosa carrera como batería de jazz para dedicarse a la profesión de diseñador.
Su pasión por la automovilística le llevó a centrarse en trabajos de diseño de grandes marcas, ganando en 1979 el Compasso de Oro por el diseño del interior del 131 Supermirafiori.
Comenzó a trabajar como diseñador de productos en 1958, realizando proyectos en diversos campos de la producción industrial en serie: electrodomésticos, carrocerías de automóviles, accesorios sanitarios, máquinas herramienta, electrónica, instrumentos musicales, televisores, maletas, sistemas de alta fidelidad, muebles, iluminación.
El componente técnico fue lo que más lo fascinó, una peculiaridad que lo distingue de la mayoría de los diseñadores italianos, tradicionalmente más cercanos al mundo de los muebles.
Bonetto es el único diseñador italiano que nunca ha realizado proyectos de arquitectura y que siempre ha estado exclusivamente interesado en la producción en masa.
Una carrera prolífera en la que ganó hasta 8 premios Compasso de Oro, el último de los cuales concedido en 1991, después de su muerte, como tributo a sus 30 años de actividad.
Algunos de sus diseños de producto se exponen actualmente en el MOMA.
Bonetto Design Center, coordinado hoy en día por su hijo Marco Bonetto y con más de 60 años de actividad, sigue coordinando y desarrollando proyectos en diferentes sectores industriales.